Tras construir el muro y las escaleras, y rebozarlo todo con mortero y cemento, tocaba dejarlo bonito. De todas las opciones que valoramos, finalmente nos quedamos con las piedras de río, para darle ese aspecto natural que buscábamos. Entretenido no, lo siguiente. Seleccionar piedrecitas y colocarlas una a una no es trabajo para impacientes!
El proceso consiste en tres pasos. Primero colocamos una capa fina de mortero, luego colocamos las piedras encima apretándolas un poco para que queden bien pegadas y cuando están todas le echamos una capa mas de mortero muy líquido para cubrirlas bien. Se deja secar un ratito, y antes de que esté del todo duro se rasca con esparto para dejar las piedras al descubierto.
Lo mismo hicimos con todo el borde de la piscina y el muro del medio, pero con piedras mas grandes y dejándolo con un aspecto mas irregular.
Una vez todo acabado empezamos a rebozar con el mortero impermeable (sika monotop 107). Todas las paredes interiores y el suelo con la llana, y las escaleras y bordes de piedras con brocha. Contar con un yesero en la familia es una maravilla :D
Una vez todo rebozado con el impermeabilizante, rellenamos el hueco con cientos de kilos de tierra y finalmente varias capas de piedra de río. No podéis imaginar los viajes que llegamos a hacer con el coche cargado hasta los topes de sacos de tierra y piedras... (si alguien tiene una furgo que no use, nosotros la adoptamos! jeje)
Y por fin, ¡¡el agua!! Tres cubas de agua nos subió un vecino del pueblo con el tractor.
¡¡Un pequeño oasis en nuestro paraíso!!
Ahora ya solo nos falta acabar de diseñar el tema de las plantas, filtros y demás para poder tenerla totalmente naturalizada y llenarla hasta arriba, aunque aún no tenemos muy claro como vamos a hacerlo ni si funcionará, así que a lo mejor tardamos tiempo en enseñaros la última parte.
Espero que os guste y si alguien quiere hacer algo similar y tiene cualquier duda, aquí nos tenéis para cualquier consulta!
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